El arte
contemporáneo, en sentido literal, es el que se ha producido en nuestra época:
el arte actual. No obstante, el hecho de que la fijación del concepto se hizo
históricamente en un determinado momento, el paso del tiempo le hace alejarse
cada vez más en el pasado del espectador contemporáneo.
El concepto
de la contemporaneidad aplicado al arte puede ubicarse cronológicamente con
distintos criterios:
Con un
criterio extenso, incluye el arte de toda la Edad Contemporánea (que comienza a
finales del siglo XVIII)
Con criterios
sucesivamente cada vez más limitados, incluye únicamente:
El arte del
siglo XX (caracterizado por las vanguardias artísticas).
El arte del
mundo actual, que en el momento que se definió como término historiográfico se
entendía era el posterior a la Segunda Guerra Mundial -1945- (la mayor parte de
los museos de arte suelen denominar "arte contemporáneo a las colecciones
de ese período);
El arte
surgido en la historia inmediata del más cercano presente, tomando como hito
histórico, por ejemplo, la caída del muro de Berlín (1989) o el atentado de las
Torres Gemelas de Nueva York (2001).
Para mayor
confusión, el concepto de Arte moderno no se aplica al Arte de la Edad Moderna
(siglos XV al XVIII), sino a nuestro arte contemporáneo, porque se aplica no
con un criterio cronológico (periodización), sino estético, definido por su
ruptura con el academicismo y por su adecuación a renovadas y provocativas
teorías del arte
Lo mismo
ocurre con los conceptos de moderno y contemporáneo aplicados a cada una de las
bellas artes (especialmente de las artes visuales: arquitectura moderna,
arquitectura contemporánea, pintura moderna y pintura contemporánea, escultura
moderna o escultura contemporánea); o con el menos usado concepto de arte
postmoderno.
NEOCLASICISMO:
El arte
neoclásico llega motivado por la nueva atracción que despierta el mundo
clásico, el interés surgido por la arqueología, las excavaciones de Herculano y
Pompeya y el rechazo hacia las formas del barroco.
Se llama
Neoclásico al estilo artístico que se desarrolló, fundamentalmente en Europa y
Estados Unidos, durante la segunda mitad del siglo XVIII y las dos primeras
décadas del siglo XIX.
Se inspiró en
los modelos de la Antigüedad clásica de Grecia y Roma. Influyó decisivamente en
ello el hallazgo de las ruinas arqueológicas de
Herculano (1719) y Pompeya (1748), antiguas ciudades romanas.
Surgió como
una reacción al estilo imperante hasta el momento, el Rococó (barroco tardío)
al que criticó sus excesos decorativos.
El principal
foco de producción neoclásica fue Francia, donde la Ilustración, identificada
con este estilo, tuvo gran relieve. Tras la Revolución Francesa, Napoleón
alentó el denominado “Estilo Imperio”,
una evolución del Neoclásico.
La búsqueda
del ideal de belleza, la razón, la sobriedad y la funcionalidad, junto con el
empleo de elementos clásicos (columnas, frontones, cúpulas, etc.) fueron
difundidas a través de las Academias de Bellas Artes y los museos.
ROMANTISISMO:
Movimiento
cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido (Gran Bretaña e
Irlanda del norte) a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria
contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad
a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la
tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La
libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo
revolucionario es incuestionable.
La principal
característica de este estilo es que vuelve a utilizar las antiguas formas góticas. Ejemplo de esta característica lo
muestran las diferentes edificaciones que se
erigieron con este estilo arquitectónico, entre las cuales se destacan
notoriamente:
• La restauración de la catedral de Colina, en
Alemania.
• El Castillo de Neushwanstein.
• La iglesia Vitiva, en Viena.
• La Abadía de Meredsous en Bélgica.
• Las iglesias de Lourdes y de Nuestra Señora
de Chiquinquirá.
• La Catedral de La Plata.
• La Iglesia de Coronado.
• El Parlamento de Budapest.
• La Con-catedral de San Sebastián.
Realismo:
El arte
realista puede definirse, en cuanto a su contenido, como el que representa los
temas "de acuerdo con reglas seculares y empíricas" de modo que tales
temas sean "explicables en términos de causas naturales, sin recurso a
intervención sobrenatural o divina"; considerando la existencia de una
realidad objetiva en tercera persona, sin embellecimiento o interpretación
(como hacen los enfoques idealistas del arte: el idealismo artístico, concepto
con el que se contrapone).
Tal
aproximación implica inherente mente una creencia de que tal realidad es ontológica mente independiente de los esquemas conceptuales del hombre, de sus
prácticas lingüísticas y creencias, y que puede ser conocido (o conocible) por
el artista, que puede a su vez representar fielmente esa realidad. Según Ian
Watt el realismo moderno "comienza con la posición de que la verdad puede
ser descubierta por el individuo a través de los sentidos" que "tiene
sus orígenes en Descartes y Locke, y recibe su primera formulación con Thomas Reíd
a mediados del siglo XVIII."
El realismo
en las artes tiende a representar personajes, situaciones y objetos de la vida
cotidiana de forma verosímil. Tiende a descartar los temas heroicos (tan caros
al clasicismo, que los representa con una perspectiva idealista) en favor de
temas más neutros, pegados a la tierra. En la definición que del esperpento
hace su creador, el dramaturgo español Ramón de Valle Inclán, se comparan, o poniéndola a la suya (que identifica con la de Goya, Quevedo o Cervantes), las
dos perspectivas que han dominado la historia de la literatura y de las artes
plásticas: la que hace al espectador admirar de rodillas a los héroes homéricos
y la que le pone a los personajes a su nivel, en los dramas de Shakespeare.
IMPRESIONISMO:
Aunque el
término Impresionismo se aplica en diferentes artes como la música y la
literatura, su vertiente más conocida, y aquella que fue la precursora, es la pintura.
El movimiento plástico impresionista se desarrolló a partir de la segunda mitad
del siglo XIX en Europa —principalmente en Francia— caracterizado, a grandes
rasgos, por el intento de plasmar la luz (la «impresión» visual) y el instante,
sin reparar en la identidad de aquello que la proyectaba. Es decir, si sus
antecesores pintaban formas con identidad, los impresionistas pintaban el
momento de luz, más allá de las formas que subyacen bajo este. El movimiento
fue bautizado por la crítica como impresionismo con ironía y escepticismo
respecto al cuadro de Monet Impresión: sol naciente. Siendo diametralmente
opuesto a lapintura metafísica, su importancia es clave en el desarrollo del
arte posterior, especialmente del postimpresionismo y las vanguardias.
SIMBOLISMO:
El Simbolismo
fue uno de los movimientos artísticos más importantes de finales del siglo XIX,
originado en Francia y en Bélgica. En un manifiesto literario, publicado en
1886, Jean Moréasdefinió este nuevo estilo como «enemigo de la enseñanza, la
declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva». Para los
simbolistas, el mundo es un misterio por descifrar, y el poeta debe para ello
trazar las correspondencias ocultas que unen los objetos sensibles (por
ejemplo, Rimbaud establece una correspondencia entre las vocales y los colores
en su sonetoVocales). Para ello es esencial el uso de la sinestesia.
El movimiento
tiene sus orígenes en Las flores del mal, libro emblema de Charles Baudelaire.
El escritor Edgar Allan Poe, a quien Baudelaire apreciaba en gran medida,
influyó también decisivamente en el movimiento, proporcionándole la mayoría de
imágenes y figuras literarias que utilizaría. La estética del Simbolismo fue
desarrollada por Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine en la década de 1870. Para
1880, el movimiento había atraído toda una generación de jóvenes escritores
cansados de los movimientos realistas.
NEOIMPRESIONISMO:
Neo-impresionismo
es una palabra creada por el crítico de arte francés Félix Fénéon en 1887 para
caracterizar el movimiento artístico de fines del siglo XIX liderado por
Georges Seurat y Paul Signac, quienes primero exhibieron sus trabajos en 1884
en la muestra de la Société des Artistes Indépendants en París. El término de
Fénéon señalaba que las raíces de estos desarrollos se situaban en las artes
visuales del Impresionismo, pero se ofrecía, a su vez, una nueva lectura del
color y la línea en la práctica de Seurat y Signac, y el trasfondo teórico de
los escritos de Chevreul y Charles Blanc.
Los
impresionistas usan en su paleta colores puros, bajo ningún concepto admiten
una mezcla en la paleta, salvo la mezcla de colores vecinos en el círculo,
estos, matizados entre sí, y aclarados con el blanco, engendra la multiplicidad
de los colores del prisma y todas sus graduaciones. Merced al empleo de trazos
aislados de pincel -cuyo tamaño mantiene una correcta proporción con el tamaño
de todo el cuadro-, los colores se mezclan en el ojo del espectador, si este se
coloca a la debida distancia. No hay otro medio para detener satisfactoriamente
el juego y el choque de elementos contrastantes: la justa cantidad de rojo, por
ejemplo, que se encuentra en la sombre de un verde, o el efecto de una luz
naranja sobre un color local azul o bien, a la inversa, el de una sombra azul
sobre un color local anaranjado. Si estos elementos se combinan de otra manera,
y no por mezcla óptica, lo que se obtiene es un color sucio.
El objeto de
la descomposición de los colores es conferir al color el mayor esplendor
posible, crear en el ojo -mediante la mezcla de las partículas de color
yuxtapuestas- una luz coloreada, el brillo de la luz y los colores de la
naturaleza. De esta fuente de toda belleza, tornamos nosotros las partes
fundamentales de nuestras obras, pero el artista debe seleccionar esos
elementos. Un cuadro de líneas, y colores, compuesto por un artista genuino,
representa una plasmación más mediata que la copia de la naturaleza tal y como
nos la ofrece la casualidad. la técnica de descomposición de los colores
asegura precisamente a la otra, una armonía cabal -divina proportione-, merced
a la correcta distribución y exacto equilibrio de aquellos elementos, y según
las reglas del efecto de contraste, gradación e irradiación. Los neo
impresionistas aplican estas reglas -que los impresionistas solo observaron
aquí y allá y por instinto- en la forma más constante y estricta. Los neo
impresionistas no atribuyen importancia a la forma de la pincelada, puesto que
no les sirve como medio expresivo del modelado, del sentimiento o de la
imitación de la forma de un objeto. Para ellos, la pincelada no es más que una
de las innumerables partes que, en conjunto, componen el cuadro; un elemento que
desempeña el mismo papel que la nota en una sinfonía. Sensaciones tristes o
jubilosas, estados de ánimo apacibles o agitados no se expresan ya a través del
virtuosismo de la pincelada, sino mediante la correlación de líneas, colores y
tonos. El arte de los coloristas está evidentemente asociado, en cierto
sentido, tanto con la matemática como con la música. Frente a una tela todavía
intacta, el pintor debería determinar ante todo cuáles son los efectos de
líneas y superficies que la cruzan, cuáles los colores y tonos que deberían
cubrirla. La descomposición de los colores es un sistema que busca armonía, es
más una estética que una técnica.
POST-IMPRESIONISMO:
El
post-impresionismo era tanto una extensión del impresionismo como un rechazo a
sus limitaciones. Los post-impresionistas continuaron utilizando colores vivos,
una aplicación compacta de la pintura, pinceladas distinguibles y temas de la
vida real, pero intentaron llevar más emoción y expresión a su pintura.
Aunque a
menudo exponían juntos, no se trataba de un movimiento cohesionado. Trabajan en
áreas geográficas distantes entre sí, van Gogh en Arlés, Cézanne en
Aix-en-Provence.
Sus formas
más exageradas y el uso del color, estructura y líneas prepararon el terreno
para los estilos que seguirían más adelante del siglo XX, como el fauvismo o el
cubismo.
El crítico de
arte y pintor Robert Fry fue el primero en el utilizar el término
"postimpresionismo" cuando en 1910 organizó una exposición en las
Grafton Galleries de Londres titulada Manet and the Post-Impresionistas, en la
que los protagonistas más destacados fueron Cézanne, Gauguin y Van Gogh, por
entonces ya todos ellos fallecidos.
Con el
postimpresionismo se creó un nuevo tipo de artista, el genio individual que
vive de su arte, la personalidad creadora que plasma su psicología en el
cuadro, gracias a su trazo singular, al color personal, y a la recuperación de
las formas y las estructuras, pero con una nueva lectura. El color se hace
representativo y subjetivo, no objetivo. Se representa el color con que se ve
el alma de las cosas. La realidad se interpreta según la visión personal del
genio creador. Los pintores huyen de París buscando el primitivismo del arte,
aunque esta ciudad sigue siendo el centro del arte mundial. Estos nuevos
impresionistas tienen una visión particular de su pintura, que les aleja del
impresionismo clásico.
Casi todos
estos autores serán, durante un tiempo, impresionistas, pero lo superarán dando
soluciones personales. Muchos de ellos están en el origen de las vanguardias
históricas.
MODERNISMO:
Es el término
con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a
finales del siglo xix y principios del xx, durante el periodo denominado fin de
siècle ybelle époque.
Las
características que en general permiten reconocer al modernismo son:
Inspiración
en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con
preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico
entrelazándose con el motivo central.
Uso de la
línea curva y la asimetría; tanto en las plantas y alzados de los edificios
como en la decoración.
Tendencia a
la estilización de los motivos, siendo menos frecuente su representación
estrictamente realista.
Uso de
imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento
generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas
(drapeado).
Actitud
tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, llegando hasta
el erotismo en algunos casos.
Libertad en
el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con
inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas
japonesas.
Aplicación
envolvente del motivo tomando alguna de las características anteriormente
mencionadas en contraposición con las características habituales del elemento a
decorar. El elemento destacado de tipo orgánico envuelve o se une con el
elemento que decora.
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